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Enmarcar las fotos y dejarlas sobre los muebles es cosa del pasado. Ahora pueden lucirse de manera diferente, decorando de forma creativa los espacios. Con algunos simples materiales se obtienen distintas formas de ambientar el hogar, mientras exhibimos los mejores recuerdos.
Las fotografías nos relatan historias, nos hacen vivir experiencias y dan cuenta de nuestros gustos, nuestra personalidad y del lugar del que venimos. Merecen estar en un sitio destacado, que no es tan difícil entregarles.
Con las cámaras digitales es muy común que la mayoría de nuestras fotos se pierdan en lo más profundo del computador, sin siquiera volver a verlas después de guardarlas. Si queremos darles otro aire a las imágenes que hemos almacenado durante años, la decoración y el diseño de interiores nos pueden ser de gran ayuda.
Primero, partiremos por reunir las fotografías e imprimirlas. En el mercado es posible encontrar una amplia oferta de impresiones, pero también lo podemos hacer en casa con una impresora y papel fotográfico, ya que el resultado no será muy diferente.
Una vez tengamos listas las imágenes que vamos a utilizar, deberemos buscar ornamentos y artículos decorativos que nos servirán para darle un sello único a las instantáneas. Lo que se busca es que cada una haga especial el rincón del hogar donde decidamos ubicarla.
Es importante visualizar el área de trabajo, para que la intervención sea armónica con los objetos que ya están. Se debe tener claro el estilo que estamos buscando para que no se vea fuera de lugar. Si vamos a pegar directamente alguna fotografía a la pared, comprobar que el pegamento que vayamos a utilizar no dañe la pintura o el papel tapiz de nuestra pared. Jamás se debe ocupar cola fría o adhesivos de contacto muy fuertes, sino alguno que sea fácil de lavar y que no deje marcas una vez que se retiren.
A continuación, algunas ideas sencillas para implementar:
Utilizando un cordón de luces, se puede decorar una pared completa. Colocando una fotografía entre foco y foco, la habitación quedará iluminada y acogedora. Es posible hacer diversas formas con el cable, lo que brinda una infinidad de ideas a la hora de adornar. Prefiere luces cuyo cable sea de un color similar a la muralla para que pase más desapercibido.
El cable eléctrico puede sustituirse con cordón de arpillera y utilizar ganchos de ropa para colgar las láminas. Con esto, lograremos un estilo más rústico.
Con arcilla o masa para moldear podemos construir distintos marcos temáticos para fotografías, dándole la forma que tú quieras. Inspírate en la navidad, el año nuevo o algún cumpleaños. Las posibilidades son infinitas.
En diversas tiendas venden adhesivos para paredes, con muchos diseños y colores. Podemos ocuparlos a modo de marco. El lugar donde las pegarás debe estar limpio, libre de grasa y seco. Una vez que tengas los stickers en posición, pegaremos las imágenes encima con un poco de cinta.
Si no se quieren utilizar cuadros de madera u otros materiales, pueden pintarse directamente en la pared. Hay muchos modelos de plantillas disponibles en sitios web y solo es necesario encontrar una que combine con el estilo del hogar.
Una forma aún más sencilla es creando formas a la hora de colocar las imágenes pegadas al muro, tales como: triángulos, corazones, espirales, Es algo simple, pero diferente.
Una idea para conectar con nuestros ancestros es hacer un árbol genealógico de imágenes. Para esto, dibuja uno en la pared a mano alzada o con ayuda de una plantilla. Luego, pega las fotos de tus antepasados en las ramas, según corresponda.
Si se tienen muchos retratos con cierto color predominante, se puede hacer una escala cromática en la pared. El resultado será impresionante si se le observa desde lejos.
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