El Tirso de Molina o La Vega Chica es ese conglomerado de mini restoranes y puestos con forma peculiar situado entre la Vega y el Mercado Central. En sus múltiples picadas se pueden encontrar joyas de la gastronomía latinoamericana y los precios no defraudan.
Ubicado en el sur de la comuna de Recoleta, este mercado de abastos cuenta en su primer piso con una diversa selección de puestos que venden productos de perfumería y limpieza, frutas, verduras, alimentos procesados e incluso ingredientes de Perú o Colombia.
El ambiente en La Vega Chica es multinacional: abunda el acento extranjero, lo cual suma a la sensación de crisol de culturas que se experimenta en el lugar.
En el segundo piso es donde ocurre la magia. Distribuidas en pequeños puestos se pueden encontrar decenas de picadas con ofertas variadas (¡hay hasta comida tailandesa!). Sin embargo, predomina la cocina chilena, peruana y colombiana.
El almuerzo
El momento ideal para ir a comer es al mediodía, más temprano el servicio puede ser un poco lento y pasadas las dos de la tarde se pueden haber acabado algunos platos.
Cada negocio tiene su propio anfitrión, cuya función es atraer al público cercano. Puede resultar un poco avasallante y molesto la primera vez, pero al segundo que eliges el restorán y te sientas en una mesa los problemas desaparecen.
Nuestra recomendación es que para elegir un lugar en particular te guíes por el tipo de comida que quieres. Hay desde pastel de choclo y empanadas hasta ceviche o arepas.
Juanito Ollas es una picada comandada por Juan Mancilla, un chef que trabajó en la Embajada de Chile en Italia.
La carta ofrece delicias tanto de Chile y Perú como de Europa. Las porciones son grandes, el servicio es súper rápido y atento y los precios no ofenden. La opción más cara es el salmón grillado, que viene con sopa, ensalada hidropónica y agregado y sale $6000.
Otro aspecto a resaltar de Juanito Ollas en particular son los jugos caseros, salen $1500 y vienen en gustos poco comunes, como albahaca y piña o jengibre y naranja. Son muy frescos y se sirven en vasos grandes.
Las otras picadas del mercado no difieren mucho de esta. La Picá de Carmencita ofrece clásicos chilenos como pantrucas y cazuela, ambos a $2500. Y además del precio, esta cocinería ofrece porciones gigantescas, así que no hay posibilidad de que te quedes con hambre.
El barrio
El Tirso de Molina se ubica entre la Avenida Santa María y las calles Artesanos. Se encuentran cerca las Avenidas Independencia y Recoleta y el Metro Cal y Canto está a metros de la entrada, así que es muy accesible desde todo Santiago. El mercado cuenta con estacionamiento pago en sus periferias.
Además de La Vega Chica, la comuna de Recoleta cuenta con múltiples lugares que le dan una mística especial a la zona.
La Vega Central, a sólo metros del Tirso de Molina, es un atractivo gastronómico y cultural sin igual en Santiago. En sus pasillos además de deliciosos platos puedes encontrar los mejores productos frescos de la zona.
El Cerro San Cristóbal marca la frontera de la comuna hacia el Oriente y es quizás uno de los lugares más emblemáticos de la capital. La subida al atardecer, ya sea a pie, en auto o en bici, merece ser conmemorada con un mote con huesillo bien helado en la cumbre.
De todas maneras, es innegable que La Vega Chica es un lugar imperdible, no sólo en Recoleta, sino en Santiago en general.