¿Has ido alguna vez a comer a Macul? Esta bella comuna del suroriente de Santiago no es muy famosa por su oferta gastronómica. Sin embargo, entre bellas casas bajas y locales atendidos por sus propios dueños, se encuentra Tío Rico, una de las mejores picadas de la ciudad.
El local
Entrar a Tío Rico, es como volver a visitar la ancestral casa de una abuela: la decoración no es la más moderna, pero uno sabe que la comida será generosa y de calidad. Las miles de botellas de vino tras la barra, invitan a acompañar el almuerzo con algo bueno para beber.
Entre garrafas de vino y flores de plástico, hay colgados cuadros de antiguas estrellas de cine y de paisajes paradisíacos. Elecciones eclécticas que, a diferencia de los reductos más modernos de Santiago, no distraen de lo que importa: la comida.
El menú
Si buscas degustar los clásicos platos chilenos, este es un buen lugar para hacerlo. Aunque Tío Rico ofrece churrascos (ojo con el Barros Luco, que es exquisito), los mejores sándwiches de la casa son los de pernil y arrollado. Lo que los hace tan especiales no es sólo su sabor, sino su tamaño. Son enormes y vienen con cantidades más que generosas de cada uno de sus ingredientes. La recomendación más atinada que podemos dar es ir con hambre, mucha hambre.
Tío Rico también destaca por su cazuela (para muchos, una de las mejores de Santiago), que incluye mucho cilantro para condimentar. Viene en un platillo de sopa que desborda de lo enorme que es la porción. Si ninguna de estas opciones te convence, prueba los porotos granados. Son como los que se cocinan en casa, con la sazón justa.
Los bebestibles
Tío Rico no es un lugar para tomar agua con gas. Además de su gran selección de vinos, su carta de tragos ofrece muchas opciones que debes tener en cuenta.
El terremoto (que promete réplica) viene bien frío y con una gran cantidad de helado de piña, ideal para una jornada de calor como las de esta época del año. El pipeño y el borgoña también se destacan. Además, en Tío Rico se puede tomar cola de mono todo el año: la preparan con mucho cariño y no defrauda a ningún comensal.
La atmósfera
Durante la semana, el Tío Rico se llena de fanáticos de las carreras de caballos. De todas maneras, esta picada suele alojar a todo tipo de aficionados al deporte: si hay un partido de fútbol se cambia de canal y la energía no decae.
En los fines de semana el clima es más familiar: la gente lleva a sus hijos para pasar un gran momento juntos y compartir una deliciosa comida.
El entorno
El Tío Rico está ubicado en Escuela Agrícola 3118, en el corazón de Macul. La zona todavía ostenta un aire de barrio que muchos sectores de Santiago ya perdieron: los niños juegan en las calles, los locales aledaños son atendidos por sus dueños (quienes conocen muy bien a cada uno de sus clientes, por supuesto) y los fines de semana se puede sentir en el aire el olor a asado que sale de cada jardín.
¿Qué estás esperando para visitar Tío Rico? Luego de almorzar, puedes dar un paseo por las callecitas de Macul para bajar la comida, seguro que no te arrepentirás.